Isaac sembró en aquella tierra y aquel año cosechó el ciento por uno, porque el Señor le bendijo. El hombre prosperó y se engrandeció, y tuvo rebaños de ovejas y vacas y gran servidumbre, tanto que le envidiaban los filisteos. Y todos los pozos que habían abierto los siervos de Abraham en vida de su padre, los filisteos los cegaron y llenaron de tierra. Entonces Abimelec dijo a Isaac:
—Apártate de nosotros, porque eres mucho más poderoso que nosotros.
Isaac se fue de allí, acampó en el valle de Gerar y allí se estableció.


Fotografía: Ömür Kahveci – Anterior (26:6-11): «Temí morir por causa de ella» – Siguiente (26:18-25): «Y decían: el agua es nuestra» – Inicio del Génesis – Diccionario y sumario del Génesis.