Bendijo Dios a Noé y a sus hijos diciéndoles:
—Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra. Y el temor y el terror de vosotros estarán sobre todos los animales de la tierra, y sobre todas las aves del cielo, y en todo lo que se arrastra sobre el suelo, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde. Pero carne con su vida, es decir, con su sangre, no comeréis. Y ciertamente pediré cuenta de la sangre de vuestras vidas; de todo animal la demandaré. Y de todo hombre, del hermano de todo hombre demandaré la vida del hombre. El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque Dios hizo al hombre a su imagen. En cuanto a vosotros, sed fecundos y multiplicaos; poblad en abundancia la tierra y multiplicaos en ella.


Fotografía: Pierre Pellegrini – Anterior (8:18-22): «Nunca más volveré a destruir todo» – Siguiente (9:8-17): «Esta es la señal de la alianza entre yo y vosotros» – Inicio del GénesisDiccionario y sumario del Génesis.